“La esencia de la civilización consiste no en la multiplicación de los deseos, sino en su deliberada y voluntaria renunciación.”
Mahatma Gandhi
Acabo de regresar de la plática del Lama Rampa. Hablo sobre la Vacuidad, el No-Yo. Me encantó y sobre todo, pude entender. Mi poca experiencia como antropóloga me permitió hacer relaciones y asociaciones con algo parecido a lo que nos sucede cuando tratamos de conocer al otro, de saber quién es, cómo se comporta, cómo piensa, cómo habla, qué construye y luego intentamos dar una explicación o interpretación sobre su cultura, diferente a la mía.
Como sabes, para llegar realmente a conocer quien es el otro, deshechas hasta donde puedas prejuicios y visiones preconcebidas, buscas incansablemente “la esencia de los real”, pero no a través de sus “apariencias”, de sus formas físicas o modalidades de existencia. En mi interior persiste un deseo de conocimiento “real” que me obliga a no dejarme llevar por las puras representaciones físicas formales. Asimismo, trato de adaptarme a condiciones de subsistencia, a veces precarias, a pesar de que ello pueda causarme sufrimiento o miedo, por lo menos no muero en el intento. Mantengo el propósito de trascender mis visiones que distorsionan la “realidad”. A pesar de lo incómodo que me pueda resultar el estar con esa gente y en dicho lugar, hago el esfuerzo por que mis percepciones sensoriales y emocionales no me conduzcan por el camino equivocado. Constantemente realizo un ejercicio de reflexión, elaboro incansablemente preguntas y dialogo con mis pensamientos, tratando de no enjuiciar de como la otredad se me representa.
2 comentarios:
me parece certera tu opinión... sigue escribiendo, me gusta leerte.
considero que esta vez no puedo ser exacto en mis definiciones... desconosco del tema de la vacuidad aunque he escuchado algo al respecto. creo que la intencion de conocer es poco valedera para poder comprender otra realidad. tal vez siempre seremos solitarios en nuestra sociedad.
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